Tras una breve maceración pelicular de las uvas de moscatel para extraer los compuestos aromáticos del hollejo, extraemos el mosto flor sin la aplicación de ninguna presión. El mosto es fermentado parcialmente en depósito autoclave hasta desarrollar un contenido alcohólico de 5.5 grados, y una presión de 5,8 bares. 
 
En la copa destaca por su aspecto amarillo pálido, con unas burbujas finas que ascienden lentamente hacia la superficie transportando los aromas característicos de la variedad moscatel, con recuerdos a flores blancas como el jazmín, y notas cítricas de gran complejidad. En boca goza de un excelente equilibrio entre el dulzor de los azúcares de la uva con las sensaciones de acidez y la tensión de las burbujas.