Patricia González es una joven Gran Canaria especialista en cerveza artesanal y micro-cervecería que siempre trabajó en Bodegas 7 Islas, una empresa familiar vinculada al mundo del vino donde se dedican al asesoramiento para la elaboración y donde, además, tienen un pequeño laboratorio enológico, venta de accesorios, vinos, etc. Sin embargo, es una apasionada por el mundo de la cerveza artesanal y así nos lo demuestra en esta entrevista.
¿Cómo empezó su pasión por la cerveza y cómo decidió transformarla en profesión?
Hace unos 5 años, aproximadamente, habían personas interesadas en elaborar su propia cerveza y fue cuando comencé a investigar por Internet y me di cuenta que era una práctica muy habitual en muchos países como Inglaterra, Alemania o Canadá. Aquí, en España, concretamente en Barcelona, la elaboración de cerveza artesanal y el negocio de venta de suministros, es decir, de todo lo necesario para elaborar cerveza en casa (ingredientes, maquinaria, accesorios), estaba muy extendido. En ese momento, fue cuando decidimos acercarnos a los cerveceros caseros e iniciar un proyecto que se llamaba ‘Prepara tu cerveza’. Ahí fue cuando empecé a dar los primeros pasos en este mundo que me apasiona.
Háblenos de la cerveza en Canarias.
En Canarias no había ni hay una cultura cervecera, puesto que la mayoría de la gente tan solo consumía y consume la típica cerveza estilo Pilsen. No obstante, la suma de todas los profesionales que nos dedicamos al mundo de la cerveza; el impartir catas, cursos, formaciones y que se abran diferentes micro-cervecerías, en las islas hay unas dieciséis, está haciendo despertar un poco esa curiosidad del consumidor a la hora de probar diferentes tipos de cervezas artesanas, con estilos que se salen completamente de lo común. Podríamos decir que es un ‘micromundo’ que está creciendo.
¿Cada vez hay más demanda de cursos de formación y catas de cerveza?
Así es, hay muchas personas interesadas en aprender a elaborar su primera cerveza, a conocer nuevos estilos, a identificarlos y a aprender en qué tenemos que fijarnos a la hora de valorar una cerveza. Es verdad que a muchas personas les choca este tipo de formación porque están acostumbrados a realizarla sobre vinos, quesos o mieles, pero sí hay curiosidad por aprender.
¿Ha cambiado la forma de beber cerveza?
La gran mayoría de los consumidores aún sigue aferrado a la clásica cerveza lager refrescante. Es cierto que hay una pequeña cantidad de consumidores, pero cada vez más grande, que quieren descubrir nuevos sabores, aromas y texturas en la cerveza. Se están abriendo nuevas cervecerías y los restaurantes están ofreciendo una mayor variedad de cervezas. No es algo masivo, pero estamos trabajando para que este ‘micromundo’ vaya creciendo.
En una comida de alta cocina, ¿la cerveza puede competir con el vino?
Por supuesto. Cuando salimos del clásico estilo Pilsen, existen muchísimos sabores, aromas y texturas que nos harían disfrutar muchísimo más de una comida. La Witbier, que es un estilo de cerveza de trigo de origen belga con unos aromas cítricos a curaçao (cáscara de naranja amarga) y con aromas a coriandro (semilla del cilantro), es una cerveza bastante refrescante que marida muy bien con unos mejillones al vapor con un chorrito de limón. Pero también podemos maridar la cerveza con el postre como, por ejemplo, la última que utilizamos en el Oktoberfest fue el estilo Doppelbock maridada con una tarta de selva negra.
¿Cuáles son las ventajas de hacer un maridaje de cerveza?
Las mismas que el maridaje del vino, los consumidores que decidan maridar la comida con la cerveza adecuada van a disfrutar muchísimo de sus sentidos y van a disfrutar más de la comida y de la bebida. Con el maridaje se consigue una combinación armoniosa y equilibrada entre la cerveza y la comida. Cuando no acompañamos la comida con la bebida adecuada puede suceder que los sabores de la comida anulen los de la bebida o viceversa.
¿Cree que la cerveza artesanal debería estar más presente en los restaurantes?
Por supuesto. Yo hablaría de la cerveza de calidad, porque hay cervezas industriales de mucha calidad, pero en Canarias se está elaborando una muy buena y variada cerveza artesanal. Las micro-cervecerías están apostando por la diversidad y ofrecen un amplio abanico de estilos que podrían acompañar a muchos platos y hacer vibrar nuestros sentidos. Incluso, se podría poner una carta con cerveza y comida.
¿Cuántos estilos de cervezas podríamos encontrar en Canarias?
Los estilos se repiten de micro-cervecería a micro-cervecería y hablar de estilos en Canarias es un poco complicado. Generalmente, cuando una micro-cervecería elabora un estilo se basa en un estilo que ya existe; en un estilo de origen alemán o de origen inglés, americano, etc., pero si es verdad, que algunas microcervecerías están haciendo suyo el estilo adaptando la cerveza con ingredientes canarios como, por ejemplo, el café de Agaete, almendras de Tejeda o el famoso tuno indio. Es difícil hablar de un número exacto pero, quizá, podríamos hablar de unos 20 estilos.
¿Canarias puede competir con su cerveza a nivel internacional?
Ha competido a nivel nacional. En marzo se celebró el Barcelona Beer Festival donde una cerveza de Gran Canaria obtuvo medalla de cobre. Al final del festival se hace un concurso y se presentan cervezas nacionales e internacionales y el objetivo es que las cervezas que se presentan sean fieles a un estilo; el color, la espuma, el índice de amargor, los grados de alcohol, etc. Hay que seguir caminando pero hay muchas micro-cervecerías que podrían competir a nivel internacional.
¿Con qué cerveza terminaría esta entrevista?
Con una IPA (Indian Pale Ale), una cerveza muy aromática que en boca tiene un cuerpo medio-ligero, con aromas y sabores intensos al lúpulo y con un amargor final pronunciado. Por cierto, haciendo un maridaje de contraste podríamos combinarla con una tarta de zanahoria.
Fuente:gastronomia7islas.com